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Un juez estadounidense ordenó el viernes al jefe militar del este de Libia, el mariscal de campo Khalifa Haftar, que compense a los demandantes libios que alegan que ordenó la tortura y las ejecuciones extrajudiciales de sus familiares.
El juez federal del estado de Virginia, donde haftar vivido antes de volver a Libiadictaminó que no había cooperado con el tribunal y que por «incomparecencia» se le ordenó pagar daños y perjuicios a las familias.
Haftar, un ciudadano estadounidense y libio cuyo nombre se escribe «Hifter» en los documentos legales estadounidenses, aún puede apelar la decisión, y será necesario celebrar audiencias futuras para determinar el nivel de compensación.
No obstante, el fallo del viernes representa un gran revés para el líder militar.
«Ha prevalecido la justicia. Hifter será considerado responsable de sus crímenes de guerra», dijo Faisal Gill, uno de los abogados que encabezan los casos, en un comunicado compartido con la AFP.
Presentadas en 2019 y 2020, las demandas civiles argumentan que Haftar, como jefe del Ejército Nacional Libio con base en el este, autorizó los bombardeos indiscriminados de civiles durante su fallida campaña de 2019 para tomar Trípoli, lo que resultó en la muerte de los miembros de la familia del demandante.
Están demandando a Haftar en virtud de una ley estadounidense de 1991, la Ley de Protección de Víctimas de Tortura, que permite demandas civiles contra cualquiera que, actuando en calidad oficial para una nación extranjera, cometa actos de tortura y/o ejecuciones extrajudiciales.
El tribunal había detenido el caso antes de las elecciones libias de diciembre de 2021, pero lo reinició después de que la votación se retrasó una vez más.
Haftar también intentó sin éxito desestimar la demanda, alegando inmunidad como jefe de estado.
Libia, rica en petróleo, se ha visto sumida en una amarga lucha por el poder desde la caída del régimen del dictador Moamer Kadhafi en 2011, con una gran división entre el este y el oeste del país del norte de África.
Dos gobiernos compiten por el poder: uno con sede en Trípoli y otro respaldado por el ejército de Haftar, que controla partes del este y el sur.
Haftar, de 78 años, es un soldado entrenado en la Unión Soviética que ayudó en el golpe de estado de 1969 que llevó a Gadafi al poder. Después de asumir un alto cargo militar en la guerra de Libia con Chad, Haftar fue tomado como prisionero de guerra y posteriormente desautorizado por Gadafi.
Finalmente, se le ofreció asilo político en los Estados Unidos, donde vivió durante 20 años y obtuvo la ciudadanía estadounidense, así como, según el Wall Street Journal, varias propiedades por valor de millones de dólares.
(AFP)
