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Los kenianos aún esperaban los resultados de las elecciones del viernes, y la Comisión Electoral y de Límites Independientes (IEBC, por sus siglas en inglés) instó a los ciudadanos a rechazar la desinformación sobre los resultados y confiar en el proceso de conteo e informe de votos.
Los funcionarios del IEBC recordaron a los kenianos que, por ley, hay una ventana de siete días para confirmar el recuento de votos de las elecciones del martes.
El vicepresidente William Ruto, candidato de la Alianza Democrática Unida (UDA), y principal rival Raila Odinga del Partido Político Coalición Azimio parecía estar en una reñida carrera por la presidencia. Los últimos resultados mostraron a Ruto con el 52,8% de los votos, mientras que Odinga ocupó el 46,5%. Se necesitará una segunda vuelta si ningún candidato presidencial reúne el 50% de los votos.
Otros dos candidatos, David Mwaure Waihiga y George Wajackoyah, juntos recibieron menos del 1% de los votos. Los resultados se basan en el 68% del conteo de votos completado hasta ahora.
Ruto era el favorito en gran parte de la parte occidental de Kenia, mientras que Odinga lideraba en el este y en las regiones del extremo noroeste y suroeste.
Las elecciones en Kenia, donde la violencia política de los últimos años proyectó su sombra, parecieron ser en gran parte pacíficas. El Partido de Acción Democrática de Kenia (DAP-K) dijo que los rivales de la UDA dispararon contra el candidato parlamentario Jack Wamboka en el condado de Bungoma, hiriendo a cuatro de los miembros de su equipo.
En un incidente separado, el parlamentario Didmus Barasa de Kimilili está acusado de matar a tiros a Brian Olunga, un asistente de su oponente DAP-K, Brian Khaemba. Barasa se entregó el viernes, según el Servicio Nacional de Policía de Kenia.
Kenia ha visto un aumento en la violencia política a lo largo del año, con más de 1.060 incidentes de este tipo, según los monitores del Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED).
Imagen: IEBC
