Según el departamento, Deripaska, a pesar de las restricciones que se le aplicaron en 2018, continuó haciendo negocios en este país a través de dos asistentes que contrató, uno de los cuales fue arrestado posteriormente.
“Deripaska <…> ha sido acusada de un cargo de conspiración para violar y eludir las sanciones de Estados Unidos <…> con una pena máxima de 20 años de prisión”, dijo el ministerio en un comunicado de prensa.
Se presentaron los mismos cargos contra los presuntos asistentes del empresario: la mujer rusa Natalya Bardakova y la estadounidense naturalizada Olga Shriky. Este último se enfrenta a 20 años adicionales de prisión por destruir documentación.
Dos años después, los asistentes del empresario supuestamente intentaron arreglar que Voronina viniera a los Estados Unidos para dar a luz a otro hijo, pero a este último no se le permitió ingresar al país, lo que la obligó a regresar a Estambul, dice el comunicado de prensa.
Bardakova y Voronina fueron acusadas de hacer declaraciones falsas a agentes federales con una pena máxima de cinco años de prisión.