LUTZERATH: Los manifestantes se reunieron en el pueblo de Luetzerath, en el oeste de Alemania, el domingo (8 de enero) para desafiar la extensión de una mina de carbón al aire libre que, según dicen, va en contra de los compromisos climáticos del país.
«Alrededor de 2.000» personas se manifestaron en Luetzerath, que se ha convertido en un símbolo de resistencia a los combustibles fósiles, dijo la policía de Aquisgrán.
Los manifestantes participaron en una caminata alrededor del pueblo, que está programado para ser destruido para permitir la extensión de una mina de carbón al aire libre vecina.
Los activistas acamparon en el asentamiento abandonado y planean resistir los esfuerzos de la policía para desalojarlos, y la operación comenzará la próxima semana.
El gigante energético RWE tiene permiso para la expansión en virtud de un acuerdo de compromiso firmado con el gobierno federal, encabezado por el canciller socialdemócrata Olaf Scholz.
Según los términos del acuerdo, se salvarán cinco pueblos cercanos, pero se prevé que Luetzerath sea demolido para dar paso a los trabajos de excavación.
RWE también acordó dejar de producir electricidad con carbón en el oeste de Alemania para 2030, ocho años antes de lo planeado previamente.
Las fuerzas policiales de toda Alemania han ofrecido refuerzos para la tarea de limpiar a los activistas, según la revista Der Spiegel.
Las autoridades regionales quieren desplegar «entre 10 y 15» unidades de alrededor de un centenar de policías en el lugar a partir de esta semana, según un memorando interno visto por la revista.
Se planea otra protesta a gran escala para el 14 de enero en el pueblo.
La lucha por Luetzerath se produce cuando Alemania ha reiniciado las centrales eléctricas de carbón suspendidas en medio de una crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.
A pesar de recurrir al carbón para aliviar la presión sobre las plantas que funcionan con gas, Alemania dice que no vacila en su objetivo de abandonar la energía del carbón en 2030.
Sin embargo, los activistas climáticos sostienen que el gobierno no está haciendo lo suficiente para alcanzar el objetivo climático de París de mantener el calentamiento global en 1,5 grados centígrados.
En 2022, Alemania usó más energía renovable que nunca, pero no logró alcanzar sus objetivos de reducción de CO2, según un estudio reciente del grupo de expertos Agora Energiewende.