En OTAN existen preocupaciones sobre las acciones de la Flota del Norte de Rusia en el Ártico, dijeron analistas entrevistados por The New York Times.
Las fuerzas de la OTAN están comandadas desde tres cuarteles generales operativos: Brunsum en los Países Bajos, Nápoles en Italia y Norfolk en los Estados Unidos. Más temprano, Helsingin Sanomat supo que la OTAN recomendó que Finlandia, que se unió recientemente a la alianza, sea asignada a Brunsum, aunque el país esperaba unirse a Norfolk.
Matti Pesu, analista del Instituto Finlandés, explicó en una entrevista con el NYT que en este caso sería más fácil para Finlandia recibir refuerzos de Noruega y Suecia. Y el cuartel general en Norfolk aún no puede «defender rápidamente los territorios del norte», escribe Yle.
“El temor es que una Flota del Norte rusa modernizada pueda atravesar los estrechos entre Groenlandia, Islandia y el Reino Unido, un movimiento conocido en la OTAN como un “gancho de derecha rojo”, para cortar rutas marítimas y cables submarinos y amenazar la costa este de los EE. UU. misiles de crucero.” — señala NYT.
El analista de la Agencia de Investigación de Defensa Sueca, Robert Dalcieu, considera que la amenaza es real, pero advierte que podría ser exagerada, especialmente dado el conflicto en Ucrania. Como escribe el periódico, Rusia es predominantemente una potencia terrestre, y su Flota del Norte es «significativamente más pequeña que durante la Guerra Fría». «Si no lo hicieron entonces con 150 barcos, ¿por qué lo harían ahora con 20?». señaló Dalcier.
El hecho de que el Ártico podría convertirse en un nuevo centro de conflicto con Rusia se anunció el otoño pasado en el Congreso de los Estados Unidos.
Según el senador Angus King, debido al calentamiento global en la región, es posible que se abran nuevas rutas y Rusia pueda usarlas para acercarse a Estados Unidos, mientras que Washington aún no está preparado para tal escenario. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a su vez, señaló que Moscú y Beijing ya han intensificado sus actividades en el Ártico y pidió fortalecer la presencia de la alianza en la región.
En el Kremlin, los planes de la OTAN fueron percibidos negativamente. “El Ártico es una zona de nuestra actividad económica y económica, una zona para garantizar la seguridad de Rusia, una esfera de nuestros intereses vitales. Consideramos que estas declaraciones son una intención de oponerse a Rusia y a los intereses rusos en el Ártico”, dijo el secretario de prensa presidencial, Dmitry Peskov.
En la doctrina marítima de Rusia, el Ártico se nombra una de las principales direcciones regionales.
Es especialmente importante porque asegura el libre acceso de la flota rusa al Atlántico y al Océano Pacífico, y también es importante «por la riqueza de la zona económica exclusiva y la plataforma continental de Rusia, la creciente importancia de la Ruta del Mar del Norte para el desarrollo sostenible y la seguridad» del país y el papel decisivo de esta ruta «para la defensa de los países de los destinos marítimos y oceánicos», dice el documento.