La compañía que opera las marcas Kulula y British Airways en Sudáfrica anunció la suspensión de todos los vuelos y la venta de boletos a partir del miércoles.
ARCHIVO:El CEO de Comair, Glenn Orsmond, dijo que los profesionales de rescate empresarial están haciendo todo lo posible para recaudar el capital necesario. Imagen: © petertt/123rf.com
JOHANNESBURGO- La ministra de Turismo, Lindiwe Sisulu, ha expresado su preocupación tras la suspensión de los vuelos de Comair, que representan el 40 % de la capacidad de aviación del país.
La compañía, que opera las marcas Kulula y British Airways en Sudáfrica, anunció la suspensión de todos los vuelos y la venta de boletos a partir del miércoles.
Comair citó restricciones de efectivo provocadas por una serie de desafíos, incluido el bloqueo de COVID-19, la suspensión de su licencia de operación por preocupaciones de seguridad en marzo y el aumento del precio del combustible.
El director ejecutivo de Comair, Glenn Orsmond, dijo que los profesionales del rescate empresarial estaban haciendo todo lo posible para recaudar el capital necesario.
Sisulu dijo que el momento de la decisión de Comair de cancelar todos los vuelos afectaría a las familias que planeaban viajar durante las vacaciones escolares de junio, así como a los turistas internacionales que veían a Sudáfrica como el destino de viaje ideal.
Mpumzi Zuzile del departamento dijo que a Sisulu le preocupaba que la medida impactara negativamente en el sector turístico local, que aún se está recuperando lentamente.
“Durante su voto por el presupuesto, mencionó que los viajes nacionales contribuyeron positivamente a la demanda en el período COVID. La puesta a tierra de estos vuelos tendrá un efecto en el turismo interno”.
Mientras tanto, a pesar de la garantía de Comair de que pueden obtener un reembolso, a los clientes les preocupa que pueda repetirse la frustración de la mala comunicación cuando la aerolínea fue puesta a tierra en marzo.