La guerra de Rusia contra Ucrania provocará inevitablemente una grave conmoción económica de magnitud incierta en la Unión Europea. Los rápidos aumentos de los precios de los alimentos y la energía están afectando a los europeos más vulnerables, agravando la pobreza energética y empeorando las condiciones de vida.
Los eurodiputados Pedro Marques y Biljana Borzan son vicepresidentes del S&D. Los eurodiputados Agnes Jongerius y Jonas Fernandez son eurodiputados del S&D y los principales negociadores de la resolución.
El pronóstico económico presentado por la Comisión Europea en mayo ilustra claramente el impacto negativo de la guerra en nuestra economía: el crecimiento se está desacelerando significativamente y la inflación ha alcanzado niveles récord que no se veían desde la introducción de la moneda única.
Este panorama sombrío exige una acción inmediata. Nosotros, los Socialistas y Demócratas, que llevamos mucho tiempo luchando por una Europa más justa, ahora estamos decididos a tomar la iniciativa en los esfuerzos para proteger a los ciudadanos europeos, en particular a las personas más vulnerables, contra las ondas expansivas de la guerra.
Se lo debemos a los ucranianos. Si no nos mantenemos fuertes y unidos, no podremos ayudarlos. Se lo debemos a nuestros ciudadanos, ya que les prometimos que defenderíamos nuestros valores. La falta de una respuesta europea a las recientes crisis financiera y migratoria nos ha enseñado una dolorosa lección: solo los populistas y las fuerzas destructivas se benefician cuando la UE no actúa.
La resolución del Parlamento Europeo, adoptada en mayo, es el primer paso, con varios objetivos e ideas concretas. Nos esforzaremos por realizarlos. Hacemos un llamado a la Comisión Europea y a los estados miembros de la UE para que los tomen en cuenta de inmediato y los conviertan en una prioridad clara.
La Comisión ha optado hasta ahora por hablar de sanciones y de la reconstrucción de Ucrania. Estas son prioridades muy importantes, pero para mantener el apoyo de los europeos, llevar a cabo estas prioridades y evitar el aumento del populismo, debemos proteger a las personas de las repercusiones de la guerra.
Mantener las reglas fiscales europeas flexibles
Lo primero que hay que hacer es mantener la máxima flexibilidad en las normas fiscales europeas durante el tiempo que sea necesario para permitir una respuesta eficaz a la evolución de la situación económica. Esto es posible gracias a la «cláusula de escape general», que permite desviarse de las reglas fiscales europeas en caso de una recesión económica importante.
La UE introdujo la cláusula de escape general con la reforma presupuestaria de 2011 como respuesta a la crisis financiera, pero solo la activó en marzo de 2020 para permitir que los gobiernos respondieran a la pandemia de Covid-19.
Ahora, como entonces, Europa está experimentando una fuerte recesión económica y afrontando grandes incertidumbres, por lo que la necesidad de ampliar la cláusula de escape general a lo largo de 2023 es evidente.
La Comisión tomó la decisión correcta de proponer una prórroga de un año para esta cláusula, pero el mero hecho de que algunos Comisarios se mostraran reacios a hacerlo es una señal de que no todos aprendieron las lecciones de las políticas fallidas adoptadas en respuesta a la crisis financiera. ni de los buenos que mantuvieron a flote nuestras economías durante la crisis del Covid.
Establecer un nuevo paquete de resiliencia social para ayudar a los ciudadanos y refugiados europeos
Nuestro grupo también ha trabajado arduamente para incluir un llamado a un paquete de resiliencia social europeo temporal, con apoyo específico para los europeos más vulnerables para el verano de 2022.
Este conjunto de iniciativas incluye la extensión y fortalecimiento del instrumento SURE, diseñado como respuesta a la pandemia del coronavirus para proteger el empleo. También estamos solicitando fondos adicionales para la Garantía Infantil Europea para garantizar que haya apoyo para los niños ucranianos y ayuda con la recepción e integración de los refugiados en nuestras sociedades.
Para tener un debate significativo sobre todas estas iniciativas, necesitamos organizar una nueva cumbre social para construir sobre la de Oporto el año pasado, acordar nuevas acciones concretas y cumplir los ambiciosos objetivos que definimos entonces. Esta es una situación sin precedentes que requiere medidas sin precedentes.
Se necesita más dinero: el impuesto sobre las ganancias extraordinarias es una opción
Para financiar estas medidas necesarias y sin precedentes, no basta con reasignar los fondos existentes, como los 200 000 millones de euros no gastados de los préstamos previstos en el fondo de recuperación y resiliencia. Necesitamos más dinero.
El Instituto Bruegel estima que por cada millón de refugiados necesitamos 10 000 millones de euros al año para apoyarlos y garantizarles unas condiciones de vida dignas, como el acceso a la vivienda, la educación y el mercado laboral.
Sugerimos dos posibles nuevas fuentes para el presupuesto europeo: el tan discutido impuesto a las transacciones financieras, con una larga historia, y un impuesto a las ganancias inesperadas, que establece tasas impositivas más altas para las ganancias corporativas inesperadas de las grandes multinacionales, en particular en el sector energético.
Es inaceptable que las personas pobres no puedan permitirse el lujo de calentar sus hogares mientras que las empresas ricas obtienen enormes ganancias como resultado de circunstancias inesperadamente favorables, como los altos precios actuales de la energía.
Según la experiencia italiana, donde el gobierno espera recaudar alrededor de 11 000 millones de euros este año con un impuesto sobre las ganancias extraordinarias del 25 %, la UE podría recaudar entre 90 000 y 100 000 millones de euros en 2022.
Esto no solo le permitiría financiar las medidas extraordinarias que Europa necesita para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la guerra, sino que también restablecería cierta justicia social básica. Esto es indispensable si queremos evitar el auge del populismo y mantener el apoyo de la gente a la solidaridad con Ucrania.
En conclusión, el Parlamento Europeo, encabezado por los Socialistas y Demócratas, propone un paquete social, sólido y realista para hacer frente a la difícil situación que atraviesa la economía de la UE como consecuencia de la criminal invasión de Ucrania por parte de Putin. Ha llegado el momento de que la Comisión y el Consejo actúen.