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Eso pone al jefe de Tesla-Twitter-SpaceX en línea con los bancos de inversión sobre el tema. Los ejecutivos de finanzas generalmente han dejado en claro su expectativa de que el trabajo en la oficina sea la norma y los arreglos híbridos la excepción.
En las industrias que dependen del capital intelectual, esa postura tiene sentido. Casi tres años desde la aparición de COVID-19, el razonamiento debe entenderse bien. En la profesión de know-how, estar en el mismo espacio hace que el trabajo se haga mejor: las consultas casuales son más fáciles, la información fluye más rápido, los encuentros fortuitos generan oportunidades.
La ubicación conjunta conserva el conocimiento institucional. La cohesión cultural simplemente sucede, mientras que las empresas solo remotas deben recurrir a sitios externos para replicar el efecto.
EL MERCADO DEL TALENTO SIEMPRE TIENE LA RAZÓN
¿Es la fuerza bruta la mejor manera de recuperar a la gente? A medida que la pandemia disminuía en los EE. UU. y Europa, la industria bancaria pasó de usar los beneficios del lugar de trabajo como zanahorias a un enfoque más coercitivo de lectura entre líneas basado en los mensajes a favor de la oficina de los jefes.
Un mercado laboral más débil animará a los líderes a ser más explícitos sobre su solución preferida a la ecuación. Las últimas semanas han visto miles de pérdidas de empleo anunciadas en tecnología; los augurios para las finanzas también son malos. Pero en cualquier industria que dependa del talento, los empleadores no deberían sobrestimar su poder de negociación.
Algunos trabajadores, más obviamente aquellos con responsabilidades de cuidado familiar, necesitan flexibilidad en la ubicación o en el horario, o en ambos. No se puede negociar con la necesidad: se llevarán sus habilidades a otra parte. Los jefes corren el riesgo de reducir los grupos de candidatos.
